Llamamos alimentos a las
sustancias que consumen los seres vivos para mantener su organismo en
condiciones óptimas. El consumo de alimentos es demandado por el propio
organismo mediante la sensación de hambre. Nos proporcionan energía para el
normal funcionamiento de nuestros órganos,
así cómo sustancias necesarias para mantener la
estructura del cuerpo, es decir, los huesos, músculos, tendones, etc. También nos
aportan sustancias que regulan las distintas reacciones químicas que se producen en nuestro cuerpo y que son fundamentales para mantenerlo vivo.
Los alimentos son por lo
tanto, indispensables para mantener la vida y la salud.
Estamos acostumbrados a
llamar dieta sólo a las dietas
terapéuticas, es decir, aquellas que se deben llevar cómo consecuencia de una
enfermedad, y a las dietas adelgazantes. Sin embargo, la dieta es el consumo de alimentos que cada persona hace. Una
dieta adecuada debe incluir todos los llamados principios inmediatos (proteínas, grasas, azúcares, vitaminas, minerales y agua). Estos principios inmediatos deben consumirse en
una cantidad equilibrada y proporcional a las necesidades del organismo.
Nos volveríamos locos si
intentáramos consumir todos los alimentos que a diario nos recomiendan desde
Internet y los distintos medios de comunicación escritos y audiovisuales. Nos
incitan al consumo de muchos alimentos porque ayudan a mejorar nuestra salud y
porque previenen diversas enfermedades, así cómo, el envejecimiento.
Lo primero que debemos
conocer es que todos los alimentos, usados
en su justa medida son saludables y nos aportan nutrientes que el cuerpo
usa para poder trabajar adecuadamente. La falta de diversos nutrientes esenciales conlleva la aparición de problemas de salud;
un ejemplo de esto son las avitaminosis producidas por la falta de vitaminas en
la dieta.
NINGÚN ALIMENTO CONTIENE TODOS LOS NUTRIENTES ESENCIALES. Por lo general, cada alimento es rico en algún o algunos
nutrientes. Por ejemplo:
- La pasta, el arroz y las galletas son ricos en hidratos
de carbono.
- El aceite, la
carne de cerdo y el pescado azul son ricos en grasas.
- Las carnes, la
leche y sus derivados y la soja son ricas en proteínas.
Por esto, la dieta debe
ser variada, de forma que se consuma carne, pescado, verduras y fruta de forma
habitual, porque así consumiremos los nutrientes esenciales que nuestro
organismo necesita.
La dieta varía según
diversos factores cómo el estilo de vida, la edad, el grado de ejercicio físico
o el embarazo. Según el tipo de alimento predominante o la proporción que haya
entre ellos, existen diferentes tipos de dietas: mixta, vegetariana, lacto-ovo-vegetariana, hiperproteica, etc.
Las dietas que prescribe
el médico en base a una determinada patología del paciente pertenecen al grupo
de las dietas terapéuticas. Están diseñadas para personas con ciertas enfermedades
cómo la dieta de la diabetes, con bajo contenido en grasa e hidratos de carbono
o la dieta baja en sodio para los pacientes hipertensos.
Las dietas
para adelgazar pueden considerarse terapéuticas cuando están
prescritas por un médico y las diseña y aplica un especialista en nutrición y
dietética.
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