PROTEÍNAS
Las proteínas son
moléculas grandes formadas por la unión de otras más pequeñas que se llaman
aminoácidos. Se encuentran distribuidas por todo el organismo ejerciendo
numerosas funciones, entre las que se encuentran las siguientes:
- Son necesarias para mantener la
estructura del cuerpo, es decir, los huesos, músculos, tendones, órganos, etc.
- Permiten que las células se mantengan enteras.
- Si se dañan, reparan los daños.
- Permiten que se produzcan células nuevas durante el
crecimiento y el embarazo.
- Controlan y regulan muchas de las funciones de los
órganos.
- Forman parte de los sistemas que nos defienden de agresiones
externas, etc.
Se necesitan a lo largo
de toda la vida para formar y reparar los tejidos pero especialmente en el embarazo,
lactancia, infancia y adolescencia. En estas situaciones los requerimientos de
proteínas son mayores debido al aumento en la formación de tejidos.
El organismo necesita
consumir alimentos ricos en proteínas para transformarlas en sus aminoácidos y,
a partir de ellos, formar sus propias proteínas. Lo que sucede es lo siguiente:
1º.- Consumimos proteínas.
2º.- Durante la digestión, rompemos esas proteínas para
que aparezcan sus aminoácidos.
3º.- Esos aminoácidos pasan a nuestra sangre y se
reparten por todo el organismo.
4º.- El organismo usa los aminoácidos para formar sus propias proteínas, que
son distintas de las que hemos consumido. Fabricamos nuestras proteínas a partir de las que
consumimos.
Hay 9 aminoácidos que
nosotros no somos capaces de producir y que deben ingresar con la dieta porque
los necesitamos para elaborar nuestras proteínas. Son los aminoácidos esenciales, que existen en determinados alimentos, a
los que se denominan de elevada calidad por contener proteínas que llevan esos aminoácidos.
Las proteínas se
encuentran en alimentos de origen animal (carnes, huevos, pescados, leche y sus
derivados), y en otros de origen vegetal (legumbres, cereales, frutos secos).
Las proteínas de mayor calidad se encuentran en los alimentos de origen animal.
Los de origen vegetal tienen alguna deficiencia en aminoácidos esenciales. Sin
embargo, aunque se lleva una dieta vegetariana, es muy raro que se produzca una
disminución del ingreso de proteínas ya que, si la dieta es variada aportará la
totalidad de los aminoácidos entre unos alimentos y otros.
En la dieta de la
mayoría de las personas del mundo occidental figuran carnes, pescados, huevos,
leche y sus derivados. Con frecuencia se comen cada día todos ellos, con lo que
el consumo de proteína animal es mayor de lo recomendado. El consumo de estos
alimentos se ha incrementado entre los jóvenes de los países occidentales. Especialmente
entre los que practican deportes y los que quieren adelgazar.
También pueden dar lugar
a ciertas alergias alimentarias (al huevo, al pescado, a la proteína de la
leche de vaca….)
En cambio su consumo
escaso puede ocasionar disminución de la masa muscular, así cómo, uñas y pelos
quebradizos.
En definitiva, se debe
consumir una cantidad adecuada de alimentos ricos en proteínas, teniendo en
cuenta que deben asociarse a otros no tan ricos en ellas pero muy saludables (legumbres,
derivados de la soja, frutos secos y aunque sea en poca cantidad los cereales)
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