jueves, 14 de noviembre de 2013

EFICACIA DE LA TERAPIA CON PLANTAS MEDICINALES II

ESTUDIOS CIENTÍFICOS DOBLE CIEGO

Actualmente, los investigadores médicos están de acuerdo en que no puede decirse que un tratamiento realmente está probado como efectivo a menos que haya sido examinado en estudios doble ciego realizados sobre una muestra de población suficientemente grande y diseñado adecuadamente. El cumplimiento de estas dos premisas (participación de un número elevado de personas y diseño correcto de la investigación), es lo que hace que un estudio sea válido, creíble y tomado en cuenta por la Sanidad de cualquier país para dar el visto bueno para que, lo que se ha investigado, sea incorporado a la terapéutica. Si las personas que se encuentran en el grupo de tratamiento real mejoran más que los del grupo placebo, existen muchas posibilidades de que el tratamiento que se está estudiando realmente funciona.

Por supuesto, el estudio se tiene que llevar a cabo en personas. Nunca se aprobará el uso de ninguna terapia que no haya sido probada en humanos. Los resultados que se obtienen en animales sólo son meramente orientativos y, por desgracia, en la mayoría de las ocasiones no son iguales a los que se obtienen en humanos.

¿Por qué subrayo lo de investigadores médicos? 

Porque la valoración de los resultados debe ser realizada por profesionales que puedan interpretarlos adecuadamente y, porque si los resultados no son positivos y aparecen efectos indeseables, estos deben ser detectados, diagnosticados y tratados con la máxima seguridad para el paciente. Eso sólo lo pueden garantizar los médicos y, en ciertos tipos de estudios, los odontólogos.   

La mayoría de los estudios que citan los fitoterapeutas para apoyar la eficacia del uso de una determinada planta medicinal no tienen ningún valor. Porque están mal realizados o porque no están hechos en humanos. Repito que NINGÚN ESTUDIO DEMUESTRA LA EFICACIA DE UN TRATAMIENTO SI NO ESTÁ REALIZADO EN HUMANOS, SIGUIENDO LAS NORMAS QUE ASEGURAN LA AUTENTICIDAD DE LOS RESULTADOS.

Sin embargo, no es fácil llevar a cabo un correcto estudio doble ciego controlado por placebo. Si los participantes pueden distinguir entre sí están recibiendo el tratamiento real o un placebo, se presenta  un problema que invalida los resultados que se obtienen. Porque, en este caso, el estudio ya no es ciego, premisa fundamental para la fiabilidad del trabajo porque evita que factores personales tanto de los participantes cómo de los investigadores incidan sobre los resultados, invalidándolos.

Este tipo de estudio clínico no suele realizarse con plantas medicinales por diversas razones. Por ejemplo, el olor y sabor de una preparación líquida de hierbas es especial. Es difícil crear una sustancia que huela y sepa igual para que el participante en el estudio no sepa si está tomando la planta o el placebo.

Cómo he comentado anteriormente, la predisposición del investigador y un mal diseño del estudio invalidan los resultados de muchos estudios llevados a cabo por profesionales de la medicina herbal (fitoterapeutas).

Después de leer lo que estoy escribiendo, cualquier persona puede pensar que las plantas medicinales y su uso terapéutico son cosas que no apruebo. Nada más lejos de la realidad. Las plantas medicinales me parecen una herramienta útil para el tratamiento de enfermedades de carácter leve, y a veces moderado, cuando el paciente tiene en cuenta que si la enfermedad no desaparece en 7-15 días, es necesario consultar al médico.

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